Nave de saqueo mediana de asalto, Partida de espadachines
Coste de reclutamiento | 560 | |
Coste de mantenimiento | 112 | |
Salud de los barcos | 1,067 | |
Velocidad de barcos | 3 | |
At. cuerpo a cuerpo | 25 | |
Daño de armas | 40 | |
Def. cuerpo a cuerpo | 52 | |
Armadura | 45 | |
Salud | 50 |
Habilidades
Puntos fuertes y débiles
- Buena resistencia del casco
- Tripulación normal
- Gran velocidad
- Embestida débil
- Buen abordaje
- Buena capacidad de ataque
- Capacidad de defensa normal
- Inflige daños medios pero posee una escasa perforación de armaduras
- Moral normal
Descripción
La mayoría de las tribus del norte de Europa no eran potencias navales, pero sí que contaban con hábiles marineros. También dominaban las técnicas de construcción de barcos y, aunque la mayoría de las embarcaciones eran barcos pequeños recubiertos de cuero para navegar en el interior y en la costa, se construyeron barcos más grandes para navegar en aguas profundas. Los carpinteros de ribera usaban tablas gruesas para los cascos; estas se unían entre sí para luego recubrir un esqueleto de madera, creando así una robusta embarcación que pudiese aguantar las condiciones del Atlántico. Julio César quedó sorprendido con la calidad de los barcos enemigos cuando su flota se encontró con los vénetos de los moderna Britania de la época. Los barcos de los vénetos tenían el fondo plano para poder navegar en aguas poco profundas, pero a la vez estaban construidos con roble pesado para soportar los mares más agitados. Esto los convertía en un fuerte enemigo para las galeras romanas y les permitía esquivar las embestidas. César decía que los barcos enemigos estaban construidos de "tablones de un pie romano de ancho, estaban sujetos con pinchos de hierro tan anchos como el pulgar de un hombre y las anclas usaban cadenas de hierro en vez de cables". Cuando los romanos se veían obligados a abordar se encontraban con temibles guerreros, acostumbrados a luchar cuerpo a cuerpo en mar abierto.
La espada larga gozaba de gran respeto dentro de la sociedad celta. Un guerrero debía ponerse a prueba en combate numerosas veces antes de que se le permitiera empuñar una.
La espada larga de dos manos fue desarrollada durante el siglo VIII a. C. Cayó en desuso durante cierto tiempo y volvió a reaparecer alrededor del 450 a. C. Es posible que el proceso de fabricación de hierro de los celtas fuera muy inferior al de los romanos. Al parecer, las espadas largas galas, usadas en la fatídica batalla de Telamón, en el 225 a. C., se doblaban con mucha facilidad y había que enderezarlas ayudándose del terreno. Por otro lado, y teniendo en cuenta que la metalurgia celta ya tenía una tradición de siglos, se cree que los relatos romanos sobre esta práctica no son sino la mala interpretación de un tipo de ritual para deshacerse de un arma derrotada, dañada o mancillada.