Descripción
Los libiofenicios fueron lo más parecido a una población indígena que tuvo Cartago, pero su número quedó diezmado tras la catastrófica derrota de la Legión Sagrada, en la batalla contra Siracusa, en el año 340 a. C. Desde entonces, Cartago se mostró reticente a poner en peligro a un número tan elevado de sus ciudadanos. Esto hizo que se usaran más mercenarios durante las sucesivas guerras púnicas contra Roma. Aunque sí participaron algunos cartagineses en Cannas, la mayor derrota romana de esa época. Su leal comandante Mutines traicionaría más tarde la fortaleza siciliana de Acragas y se la rendiría a los romanos, tras la retirada de ayuda del senado cartaginés para la campaña de Aníbal, hacia el final de la segunda guerra púnica. Le retiraron su apoyo porque temían más las ambiciones de este que a los romanos.
