Jóvenes germanos

Descripción

El papel de un escaramuzador, que iba poco armado y por lo tanto alejado del combate cuerpo a cuerpo, no era muy apreciado por los jóvenes de las tribus germánicas. Su inagotable energía les hacía ansiar la gloria que se obtenía con la lucha hombre contra hombre. Estos tenían que demostrar su valía antes de ganarse el derecho a llevar armas. Si se les concedía tal honor, buscarían la batalla o correrían el riesgo de permanecer de brazos cruzados. Los más fuertes se unían inmediatamente al séquito de un guerrero veterano con la esperanza de alcanzar la gloria a su lado. Era costumbre que los jóvenes se ocuparan de las luchas entre tribus y los saqueos para mantenerse en forma. Saquear otras tribus no era considerado un crimen, sino que se veía como un entrenamiento necesario para que los jóvenes conservaran su hambre de batalla.