Lanceros acorazados de la estepa
Coste de reclutamiento | 550 | |
Coste de mantenimiento | 100 | |
At. cuerpo a cuerpo | 40 | |
Daño de armas | 25 | |
Bonif. vs jinetes | 10 | |
Bonificación de carga | 57 | |
Def. cuerpo a cuerpo | 16 | |
Armadura | 35 | |
Salud | 85 | |
Moral base | 50 |
Habilidades
Puntos fuertes y débiles
- Buena capacidad para hacer cargas
- Causa pocos daños pero cuenta con una perforación de armaduras normal
- Débil en combates cuerpo a cuerpo prolongados
- Escasa moral
Descripción
Surgidos a partir de las habilidosas caballerías de sus antepasados, los lanceros de las estepas de las tribus escitas, o sakas, y los sármatas desarrollaron un tipo de caballería pesada comparable a la de sus equivalentes occidentales helenos. Estos caballeros portaban una lanza de gran longitud conocida como kontos y se protegían a sí mismos y a sus monturas con armaduras de escamas. Esto les permitía realizar devastadoras cargas, muy al estilo de la caballería de compañeros alejandrina. Vestidos con escamas hechas de cuerno y, más tarde, de metal, iban equipados para arrasar a sus oponentes occidentales, aunque seguían siendo vulnerables a los piqueros y las formaciones de lanceros. El uso del arco supuso la solución y, para diezmar y dispersar al enemigo, se usaron salvas continuas, disparadas por los escaramuzadores de a pie y los arqueros a caballo. En la batalla de Carras, en el 53 a. C., las densas filas de infantería romana se vieron obligadas a separarse bajo las intensas salvas de los arqueros partos, lo que permitió a los catafractos cargar y romper las filas de unas confiadas tropas romanas cuatro veces más numerosas que ellos.