Los arietes han existido durante milenios en su forma más simple. Alguien bastante avispado descubrió que golpear las puertas con un tronco de gran tamaño era una manera efectiva de echarlas abajo. No pasaría mucho tiempo hasta que aparecieran diseños de mayor tamaño y más calidad, que en su mayoría estaban decorados con la cabeza de un carnero.
Los macedonios hicieron grandes avances en instrumentos de asedio, como, por ejemplo, el ariete cubierto, invento ingenioso de Polydos de Tesalia, que sirvió bajo Filipo II de Macedonia.
