Descripción
Los montañeses orientales solían ser escaramuzadores de infantería ligera, expertos en terrenos montañosos y difíciles pues, con frecuencia, se veían obligados a defender sus tierras. Muchas de las tribus de montaña, entre las que se incluyen los bitinios —de donde Bitinia recibe su nombre—, descendían de los anteriores movimientos migratorios tracios, que habían acabado en Anatolia tras atravesar el Bósforo. Estas tribus destacaban por su gran apego a sus propias tierras y la desconfianza hacia la gente de las llanuras y los extranjeros. Armados de manera parecida a los peltastas, llevaban lanzas, jabalinas y dagas y su única protección era un escudo ligero, que solía estar hecho con mimbre o madera, o cubierto de piel. En combate eran muy rápidos, increíblemente ágiles y usaban frecuentemente artimañas y engaños.