Cuatrirreme de asalto, Infantería egipcia auxiliar
Coste de reclutamiento | 410 | |
Coste de mantenimiento | 82 | |
Salud de los barcos | 825 | |
Velocidad de barcos | 5 | |
At. cuerpo a cuerpo | 16 | |
Daño de armas | 24 | |
Def. cuerpo a cuerpo | 41 | |
Armadura | 55 | |
Salud | 45 |
Habilidades
Puntos fuertes y débiles
- Resistencia del casco normal
- Tripulación normal
- Velocidad normal
- Embestida normal
- Abordaje normal
- Muy buena capacidad de ataque
- Capacidad de defensa normal
- Inflige daños medios pero posee una escasa perforación de armaduras
- Goza de una buena moral
Descripción
Existe un gran debate sobre cómo funcionaban estos enormes navíos antiguos, los principios se entienden, pero los detalles no están siempre claros. Si se traduce el nombre literalmente, el cuatrirreme romano o el tetreres griego tenía cuatro hileras de remos. Sin embargo, no está claro cómo cuatro remos con un remero cada uno se podían usar sin que se enredaran, incluso con una tripulación muy entrenada, o cómo los remeros de arriba podían manejar los remos extremadamente largos con un ángulo inclinado y ayudar en la propulsión. Lo más probable es que "remo" se usase como sinónimo de "remero" y la hilera más baja tuviera más de un hombre por remo. La otra opción era la de volver a la doble fila de remos, con dos hombres cada una. Construir barcos con dos hileras de remos también habría sido más barato. Fuese como fuese, el resultado era un barco que podía competir en velocidad con el trirreme más ligero, pero con más espacio para la cubierta por lo que podía tener un contingente de combate más grande o más artillería.
Las tropas nativas reforzaban a las falanges griegas del Egipto ptolemaico. Estos valientes y orgullosos guerreros realizaban distintos cometidos para sus señores egipcios, pero se les usaba más comúnmente como peltastas, protegiendo a los escaramuzadores, en los flancos de las falanges o realizando escaramuzas en terrenos difíciles. Aunque los ptolomeos adoptaron las costumbres de los faraones y su infraestructura religiosa, el descontento entre la población nativa continuó siendo una constante en todo Egipto. Esto se debía, en parte, a que los señores griegos usaban las tradiciones de los faraones para llenar sus arcas a costa del pueblo común. El núcleo de los ejércitos ptolemaicos siempre estuvo formado por griegos, hasta la batalla de Rafia, en el 217 a. C., cuando se enfrentaron a un ejército seléucida tan grande que Ptolomeo IV se vio obligado a congregar a treinta mil egipcios nativos por primera vez. La necesidad se impuso sobre la desconfianza hacia los desilusionados nativos. Su actuación en la batalla finalmente hizo que se incrementara la proporción de tropas nativas en el ejército egipcio, lo que derivó en una mayor diversidad de funciones para los hombres que se habían ganado la confianza de sus comandantes griegos.