Lanceros acorazados
Coste de reclutamiento | 580 | |
Coste de mantenimiento | 110 | |
At. cuerpo a cuerpo | 26 | |
Daño de armas | 26 | |
Bonif. vs jinetes | 15 | |
Bonificación de carga | 26 | |
Def. cuerpo a cuerpo | 65 | |
Armadura | 75 | |
Salud | 55 | |
Moral base | 55 |
Puntos fuertes y débiles
- Buena unidad defensiva
- Causa pocos daños pero cuenta con una perforación de armaduras normal
- Ataque normal
- Moral normal
Descripción
El origen exacto de los dacios es un misterio aún hoy en día. Las tierras dacias se ubicaban alrededor de los montes Cárpatos, pero al contrario que sus vecinos tracios, los dacios raramente se inmiscuían en conflictos de terceros.
Casi todos los dacios luchaban a pie, por lo que solían recurrir a sus aliados sármatas cuando necesitaban la ayuda de una fuerte caballería. La mayoría de la infantería dacia la conformaban los peltastas, equipados con jabalinas, espadas cortas y escudos ovalados; aunque también usaban arqueros. Pero lo que realmente hacía temibles a los dacios era su falcata. Esta arma, bien usada, podía cercenar miembros con mortífera facilidad. La falcata dacia se cogía con las dos manos y, con su hoja curvada en la parte delantera, podía partir a un hombre por la mitad, desde la cabeza hasta el esternón. Era tan mortífera que los romanos tuvieron que modificar las armaduras de sus legionarios a causa de ella. La protección añadida sobre la frente de los cascos de los legionarios que empezó a usarse no tenía otra función que detener el impacto de una falcata dacia.
La victoria final de Roma en las guerras dacias (101-106 d. C.), conmemorada con la columna de Trajano, supuso el fin de las belicosas tribus dacias.