Descripción
La caballería capadocia se podía encontrar en muchos de los ejércitos de Anatolia, pero era más común entre los ejércitos de Ponto y Armenia. Aunque los jinetes vestían armadura de escamas y cascos abiertos —que no les obstaculizaran la visión—, sus caballos iban desprotegidos, lo que les brindaba una mayor movilidad y velocidad. Eran mucho más rápidos en el campo de batalla que los pesados catafractos, empleados por los ejércitos orientales. Estos jinetes solían emplazarse en los flancos de un ejército para contrarrestar a los escaramuzadores de la infantería enemiga o su caballería ligera. Cargar contra las falanges de lanzas o picas habría sido una maniobra torpe y, sobre todo, letal. En la batalla de Gaugamela, en el 331 a. C., la caballería capadocia superó a la caballería de mercenarios asiática y griega de las tropas de Alejandro Magno y solo los tesalios pudieron contenerla.
