Socii Equites Extraordinarii
Coste de reclutamiento | 840 | |
Coste de mantenimiento | 140 | |
At. cuerpo a cuerpo | 34 | |
Daño de armas | 25 | |
Bonif. vs jinetes | 10 | |
Bonificación de carga | 57 | |
Def. cuerpo a cuerpo | 11 | |
Armadura | 60 | |
Salud | 100 | |
Moral base | 55 |
Habilidades
Puntos fuertes y débiles
- Muy buena capacidad para hacer cargas
- Causa pocos daños pero cuenta con una perforación de armaduras normal
- Débil en combates cuerpo a cuerpo prolongados
- Goza de buena moral
Descripción
Los equites extraordinarii eran reclutados de entre los socii, los aliados no ciudadanos, quienes conformaban la mayor parte de la caballería en los primeros tiempos de la República. Hasta un tercio de la caballería aliada podía ser seleccionada para formar parte de los equites extraordinarii. Como tradicionalmente el número de socii era el doble o el triple del de la caballería romana, un ejército consular de dos legiones podía tener en sus filas a unos mil ochocientos socii de los que, al menos seiscientos, eran equites extraordinarii. Tradicionalmente, la caballería romana solía desplegarse en el flanco derecho, mientras que los equites extraordinarii lo hacían en el izquierdo. Este desequilibrio era un punto débil del que supo aprovecharse Aníbal en la batalla de Cannas, en el 216 a. C., cuando la caballería cartaginesa, al mando de Asdrúbal, hizo huir a la caballería enemiga romana, al mismo tiempo que la caballería ligera númida atacaba a los socii aliados. La diferencia de calidad de las tropas era abismal. Tras las reformas de Mario y las guerras sociales, de los años 90 al 88 a. C., los socii quedaron obsoletos y pasaron a engrosar parte de las legiones como plenos ciudadanos romanos.