Arqueros a caballo acorazados
Coste de reclutamiento | 580 | |
Coste de mantenimiento | 110 | |
Daño de proyectiles | 40 | |
Alcance | 125 | |
Disparos por minuto | 6 | |
Munición | 15 | |
At. cuerpo a cuerpo | 37 | |
Daño de armas | 34 | |
Bonificación de carga | 15 | |
Def. cuerpo a cuerpo | 15 | |
Armadura | 35 | |
Salud | 75 | |
Moral base | 45 |
Habilidades
- Círculo cántabro
- Disparo preciso
- Resistente a la fatiga
- Esconderse en el bosque
- Disparar en movimiento
- El disparo parto
- Resistente al frío
- Disparo pesado
- Disparo incendiario
Puntos fuertes y débiles
- Largo alcance
- Gran velocidad de disparo
- De movimiento veloz
- Inflige mucho daño, pero escasa perforación de armaduras
- Muy débil cuerpo a cuerpo
- Escasa moral
Descripción
Lejos de ser bárbaros ignorantes, los diversos pueblos de las tribus de las estepas tenían una cultura muy rica. Habitaban en la franja que se extiende desde el Mar Caspio hasta la costa norte del Mar Negro. Los griegos los llamaban "escitas", los persas "sakas" y el grupo más occidental fue más conocido como los "sármatas".
Para los griegos no eran sino unos bárbaros con pantalones, sin ni siquiera sopesar su bronceado aspecto o los gorros puntiagudos que llevaban. Dejando a un lado cuestiones estéticas, los escitas eran excepcionales jinetes, expertos con el arco compuesto recurvo y peligrosísimos guerreros en combate cuerpo a cuerpo. Según los restos encontrados en enterramientos, las féminas escitas eran tan belicosas como los hombres y, seguramente, luchaban con ellos en la batalla. Este podría ser el germen del mito griego de las amazonas, o mujeres guerreras.