Templo de Apolo

Apolo define la noción de la belleza griega —el kouros, o joven noble, desnudo y sin barba— y se le venera como a uno de los dioses más importantes, y también más complejos, de los dioses griegos. Era uno de los hijos de Zeus —siendo la madre, en esta ocasión, Leto— y era gemelo de la diosa de la caza, Artemisa. A Artemisa y Apolo se les suele representar juntos y muchos creían que su habilidad con el arco era fruto de las enseñanzas de su hermana, más ducha en su manejo. El templo de Apolo, en Delfos, es considerado como uno de los primeros dedicados al dios y está adornado con motivos y aforismos, como "conócete a ti mismo", que hacen referencia al oráculo de Delfos y al mismo Apolo. Es curioso que, al contrario que su padre, Apolo se enamorara con facilidad y su insistencia era tal que una de sus pretendidas prefirió convertirse en un árbol a estar con él.