Almacén de grano central
- -40% a las pérdidas por desgaste al sufrir un asedio
- +1 al tiempo de aguante en asentamientos asediados
Descripción
A medida que crecía la población e incrementaba la demanda de alimento, el almacenamiento de grano a largo plazo se convirtió en algo vital. Con un transporte mejorado que permitía el desplazamiento del grano, fue posible construir inmensos almacenes en los que guardar la comida. Los romanos recibían alrededor de media tonelada de comida de sus cosechas, que más tarde se repartiría entre la población de la ciudad, pero que se guardaba en enormes complejos de almacenes situados en Ostia y a las afueras de Roma. Se construyó una extensa red de almacenes u "horrea" a orillas del río Tíber, en una zona conocida como el Emporio.