La obediencia al gobierno de tu facción se mide mediante el orden público. Los factores que influyen se muestran en el panel de detalles de la región e incluyen elementos tales como el nivel del asentamiento, la presencia de una guarnición y el tamaño de la carga fiscal sobre la población. Si el descontento supera a la felicidad, la situación se hará insoportable y podría desencadenar una rebelión si no se controla. Mantén los impuestos en un nivel razonable, garantiza el suministro de alimentos y deja tropas guarnicionadas en los asentamientos para evitar que el poco orden púbico desencadene revueltas o, lo que es peor, una rebelión en toda regla.
La felicidad general de la población depende de distintos factores, como los niveles de impuestos, la escasez de comida, la presencia de edificios de entretenimiento o religiosos y la represión, según el tamaño de la guarnición. Hay riesgo de rebelión cuando el descontento es tan grande que la represión no puede contener el orden público.
Cuando el descontento se vuelva insostenible, la gente causará disturbios. La mejor forma para detener una revuelta y evitar que esta prospere y se convierta en rebelión es reducir los impuestos para apaciguar a la multitud o aumentar la guarnición, lo que aumenta la represión y suprime las revueltas. Los factores que pueden provocar estos disturbios son: la escasez de alimentos, los impuestos, la presencia de tropas enemigas y las diferencias culturales.
Los disturbios entre los campesinos podrían desembocar en una rebelión a gran escala; esto se suele producir cuando un tercio de la infelicidad de una provincia se debe a problemas culturales. El tamaño del ejército rebelde siempre está relacionado con el nivel del asentamiento de la región donde este se ha originado.